Tras un primer intento en 2007, la petrolera estadounidense ExxonMobil puso de nuevo en venta todos sus activos en la Argentina que incluyen la refinería de la localidad bonaerense de Campana, las 90 estaciones de servicio propias, y la red con más de 500 bocas franquiciadas.
Se estima que la compañía tiene un valor cercano a los u$s 800 millones. Con ese paquete suma un 12% de participación de mercado y es la tercera en importancia, detrás de YPF y Shell y por delante de Petrobras.
Precisamante, la brasileña Petrobras figura entre los candidatos para quedarse con la estadounidense. También se anotaron Pan American Energy, de la inglesa BP y Bridas (los Bulgheroni y la china CNOCC) PAE, Mindlin y PdVSA, informó el diario El Cronista.
Tomás Hess, director de Asuntos Corporativos de Esso, sostuvo al matutino que no es política de la empresa “hacer comentarios sobre rumores o especulaciones de mercado”.
Esso y Shell protagonizan desde hace años una dura puja con el Gobierno, que arrancó en 2005 cuando se frustró la venta de su red de estaciones de servicio a la sociedad de PDVSA y ENARSA y continuó luego con el boicot inducido por el ex mandatario Néstor Kirchner.
La empresa se queja que las refinadoras no integradas, como Esso y Shell –refinan petróleo pero no lo extraen– mantienen negociaciones en muchos casos inconvenientes por el precio del barril de petróleo
Se estima que la compañía tiene un valor cercano a los u$s 800 millones. Con ese paquete suma un 12% de participación de mercado y es la tercera en importancia, detrás de YPF y Shell y por delante de Petrobras.
Precisamante, la brasileña Petrobras figura entre los candidatos para quedarse con la estadounidense. También se anotaron Pan American Energy, de la inglesa BP y Bridas (los Bulgheroni y la china CNOCC) PAE, Mindlin y PdVSA, informó el diario El Cronista.
Tomás Hess, director de Asuntos Corporativos de Esso, sostuvo al matutino que no es política de la empresa “hacer comentarios sobre rumores o especulaciones de mercado”.
Esso y Shell protagonizan desde hace años una dura puja con el Gobierno, que arrancó en 2005 cuando se frustró la venta de su red de estaciones de servicio a la sociedad de PDVSA y ENARSA y continuó luego con el boicot inducido por el ex mandatario Néstor Kirchner.
La empresa se queja que las refinadoras no integradas, como Esso y Shell –refinan petróleo pero no lo extraen– mantienen negociaciones en muchos casos inconvenientes por el precio del barril de petróleo
